El extracto bancario (o estado de cuenta) es el documento que el banco te entrega periódicamente donde aparecen todos los movimientos realizados en tu cuenta durante un período (quincenal, mensual, etc.). Suele incluir tu nombre, NIF, número de cuenta (IBAN) y el rango de fechas correspondiente. A partir de ahí, se detallan las operaciones una a una, con columnas que indican fecha, concepto, importe y saldo resultante. En general, entenderlo consiste en identificar tres elementos clave:
- Fecha de operación y fecha valor. Todo movimiento tiene una fecha de operación (día en que se cargó o abonó el dinero) y una fecha de valor (día en que efectivamente devenga el interés o el cargo final). A veces ambas coinciden, otras no (p.ej. abonos con días de compensación). Al leer el extracto, comprueba la diferencia para no confundirte.
- Descripción/Concepto de la operación. Aquí aparece el detalle: por ejemplo “Ingreso nómina BBVA”, “Retiro cajero Santander”, “Compra TARJETA XXXXXX” o “Pago SEPA luz”. Cada entidad usa sus propias abreviaturas, pero suele ser autoexplicativo. Por ejemplo, los cargos se marcarán con signo negativo, la palabra “Abono” o con texto en rojo, mientras que los ingresos (nóminas, devoluciones) aparecerán como positivos o en verde. Lee con atención: si ves “COMISIÓN MANT”, eso indica la comisión de mantenimiento de cuenta, “COMISIÓN DESCUBIERTO” el coste por saldo negativo, etc.

- Importe y saldo. Se muestra el importe de cada operación, diferenciando débitos (gastos que restan dinero) y créditos (ingresos que suman). Después de cada movimiento verás el saldo actualizado. Un tip: si tu extracto está en columna única, presta atención a los signos; si tiene columnas separadas de “Cargos” y “Abonos”, cada movimiento será más claro. El extracto termina indicando el saldo final del periodo.
En el extracto pueden aparecer códigos y conceptos comunes que conviene conocer:
- Comisiones bancarias. Se visualizarán con nombres concretos, por ejemplo “COMISIÓN MANTENIMIENTO” (cuota por mantenimiento de cuenta), “COMISIÓN ADMINISTRACIÓN” o “COMISIÓN PAGO TARJETA”. También puede verse “IVA” si se te ha cobrado impuesto sobre alguna comisión (p.ej. a veces se detalla IVA al 21% del coste).
- Descubiertos y penalizaciones. Si has incurrido en descubierto, aparecerá “INTERESES DESCUBIERTO” y/o “COMISIÓN FALTA FONDOS” con su coste. Vigila estos cargos porque pueden ser altos y evitar que sigas en negativo.
- Domiciliaciones y recibos. Si tienes pagos automáticos (luz, móvil, alquiler), en el concepto saldrá algo como “DEBITO RECIBO (nombre del servicio)”. Los bancos suelen rotularlos con iniciales o siglas, pero normalmente se entiende la empresa.
- Transferencias. Para una transferencia enviada, verás “TRANSFERENCIA A (BBK) / Cuenta destino…”. Y para una recibida, “TRANSFERENCIA RECIBIDA” con banco originante. Algunas plataformas o bancos añaden códigos internos, pero nunca verás cargos ocultos: cada cargo o abono debe estar identificado.

- Ingresos y reintegros. Las nóminas suelen figurar como “INGRESO SEGI…” o “NOMINA ACME S.A.”. Retiradas de cajero aparecerán como “RETIRADA (sede)”. Incluso los billetes grandes pueden reflejarse con letras (Bco de España).
- Abreviaturas o marcas internas. Algunos extractos muestran abreviaturas como “DEV” (devolución de recibo), “PAM” (Pago Mediante Abono), u otros códigos específicos del banco. Si tienes dudas sobre un término, llama a tu banco para que lo clarifique. No temas preguntar por “¿qué significa esta línea?”, pues todos ellos deben aclarártelo sin coste.
- Saldo inicial y final. Generalmente se muestra al principio y final del extracto. El saldo inicial es el dinero con el que contabas al empezar el periodo; el final, el disponible al cerrar el período de la cuenta. La diferencia entre ellos coincide con la suma de todos los cargos menos los abonos.
El extracto te sirve para controlar tus finanzas y verificar que todo encaja. Por ejemplo, detectarás si te han cobrado alguna comisión inesperada (“¡¿por qué este mes se cobra cuota de mantenimiento?!”) o si algún pago no autorizado se ha realizado (posible fraude de tarjeta). También te ayuda a comprobar que los ingresos (nómina, devolución de recibo) han llegado correctamente, y las cantidades que esperabas. En definitiva, es tu “fotografía financiera” periódica.

Finalmente, ten en cuenta que las entidades están obligadas a conservar los movimientos bancarios durante al menos 5 años. Puedes acceder a extractos antiguos normalmente desde la banca online (o solicitarlos en sucursal si necesitas papel). Guarda los extractos más importantes (por ejemplo, los últimos 12 meses) o hazte copias digitales para tener respaldo en caso de auditoría, reclamación o solicitud de préstamos (los bancos suelen pedir extractos de 3 o 6 meses). Así podrás siempre revisar con precisión qué comisiones has pagado, qué códigos aparecen y cómo se mueve tu dinero. Repasar tu extracto con calma cada mes es una buena práctica financiera: te mantendrá al tanto de gastos e ingresos, y en el largo plazo te ayudará a gestionar mejor tu presupuesto.