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Ahorrar para la entrada de una vivienda es uno de los retos financieros más importantes para una familia. En España lo habitual es que los bancos financien como máximo el 80% del valor de tasación o compraventa (el menor de ambos). Esto significa que debes aportar al menos el 20% del precio de la vivienda con tus fondos propios. Además, hay que sumar los gastos e impuestos asociados (notaría, registro, impuestos de transmisiones, tasación, gestoría, etc.), que suelen ascender aproximadamente otro 10–12%. En conjunto, lo recomendable es tener ahorrado alrededor de un 30–32% del precio de la vivienda para no llevarse sorpresas. Por ejemplo, para una casa de 200.000 € conviene planificar alrededor de 60.000 € disponibles: 40.000 € de entrada (20%) más unos 20.000 € de gastos.

Según un estudio reciente de Idealista, la media de ahorros necesarios para comprar una vivienda de 2 dormitorios supera los 51.000 €; con la tasa de ahorro familiar actual (7,1% de sus ingresos, según el INE) esto implicaría ahorrar durante más de 20 años. Por provincias, las cantidades varían (por ejemplo, en algunas zonas costeras pueden requerirse 80–120 mil € de entrada), pero la norma general es: mantén ahorrado al menos el 20% del precio más otros 10% de previsión para impuestos y comisiones.

Consejos para ahorrar eficazmente

  • Presupuesto estricto. El primer paso es saber exactamente cuánto ingresas y en qué gastas. Lleva un control mensual de tus gastos (apps de presupuesto, tablas Excel, etc.). Detecta partidas que puedas recortar (suscripciones innecesarias, comer fuera con menos frecuencia, ocio costoso) y destina una parte fija (p.ej. 20–30%) de tu sueldo al ahorro cada mes. Lo ideal es automatizar: programa una transferencia mensual a una cuenta de ahorro apartada nada más recibir la nómina.
  • Objetivo claro y motivación. Define la cantidad objetivo y la fecha aproximada en la que quieres comprar. Por ejemplo: “Necesito 30.000 € en 5 años”. Ver tu progreso ayuda a mantener el hábito. Cada vez que recibas ingresos extra (paga extra, bonus) añádelos al ahorro para acelerar el objetivo.
  • Cuenta o depósito remunerado. Coloca el dinero en un instrumento que rinda algún interés, por modesto que sea, para no quedarse parado. Aunque las cuentas nómina hoy dan poco (1–2%), hay depósitos o “cuentas de ahorro” online que ofrecen tasas algo mejores. Evita cuentas con comisiones y prioriza aquellas sin vinculación obligatoria, para que tu ahorro sea líquido si surge una oportunidad.
  • Evitar sacar el dinero. Considera el ahorro para la entrada como “no tocarlo”. Si usas la cuenta de ahorro con tarjeta o retirada libre, es fácil gastar sin darte cuenta. Mejor una cuenta separada solo para este fin, o incluso depósitos a plazo (vencimiento anual, por ejemplo) para bloquearlo ligeramente. Solo usa ventanas de liquidez si es estrictamente necesario.
  • Buscar incentivos adicionales. Infórmate sobre ayudas para compradores (vivienda protegida, ayudas a jóvenes, subvenciones a eficiencia energética o coches eléctricos asociados a vivienda). En ocasiones las administraciones o bancos ofrecen planes especiales de ahorro para vivienda. Aunque no sustituirán tu ahorro, pueden dar un empujón adicional.
  • Gastos iniciales. Cuando dispongas de la cantidad deseada, mantén algo de colchón adicional (un 10% más de lo previsto) para imprevistos finales (por ejemplo, si sube el tipo de interés de la hipoteca que prevías pagar, o si hay costes extra). Es mejor pasarse unos miles de euros en el ahorro a quedarse corto.
  • Consejo práctico de tiempo. Según Idealista, en muchas zonas de España se tardarían décadas en ahorrar la entrada con la tasa actual de ahorro familiar. Por eso vale la pena replantearse antes las expectativas de vivienda (quizá empezar por algo más modesto) o revisar qué gastos se pueden eliminar totalmente. Cada familia debe ajustar el objetivo a su realidad económica: si es muy lejano ahorrar el 30%, tal vez convenga buscar cooperativas de vivienda, alquiler con opción a compra, o fases intermedias (como ahorrar una casa más barata primero).

En resumen, planea el ahorro como un proyecto específico: fija un porcentaje fijo de ahorro mensual, busca la cuenta/depositó más rentable sin comisiones y ajusta tu estilo de vida para destinar esa cantidad al objetivo de la entrada. Recuerda que los bancos suelen financiar como mucho el 80% y esperan un nivel de colchón extra, así que cuanto más ahorres de antemano, más flexible será tu hipoteca. Y ten en cuenta que los gastos de escrituración suelen requerir dinero adicional en efectivo, por lo que ese 10% extra de margen es clave para no quedarte “pillado” al firmar la compra.

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