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Para conseguir una hipoteca con buenas condiciones (menor interés, financiación alta, comisiones bajas), es clave presentar un perfil financiero sólido al banco. Los factores principales que evalúan las entidades son: ingresos suficientes y estables, bajo nivel de endeudamiento, historial crediticio impecable y ahorros disponibles. A continuación algunos pasos prácticos:

  • Revisa tu historial crediticio. Solicita un informe de tus datos financieros en ASNEF/CIRBE para comprobar que no hay errores (deudas ajenas registradas a tu nombre) ni incidencias. Corrige cualquier anomalía antes de iniciar la solicitud. Un historial sin retrasos de pago ni impagos mejora mucho la confianza del banco.
  • Reduce deudas pendientes. Antes de pedir la hipoteca, liquida todo crédito personal o consumo posible. Cuanto menor sea tu ratio de endeudamiento (normalmente los bancos recomiendan que las cuotas de deudas no superen el 30–35% de tus ingresos), más atractiva serás para la entidad. Menos deudas significa más capacidad para afrontar la hipoteca.
  • Aumenta tus ahorros. Aunque se hable de hipotecas al 100%, lo normal es aportar al menos el 20% del precio de la vivienda más gastos asociados (impuestos, notaría), es decir, alrededor de un 30% del valor total. Cuanto más puedas ahorrar para la entrada y gastos, mejor perfil tendrás. Además, tener un colchón extra (fondo de emergencia) demuestra responsabilidad financiera. Ahorra de forma sistemática cada mes, incluso si el monto es pequeño: cada centavo cuenta para acercarte al 20% recomendado.
  • Domicilia nómina y gastos fijos. Llevar la nómina a la misma entidad donde pides la hipoteca suele facilitar condiciones: algunos bancos bonifican o eliminan comisiones al domiciliarla, y ven con buenos ojos un cliente “fiel”. También domiciliando recibos de suministros y otros pagos recurrentes puedes negociar mejoras.
  • Mantén documentación en orden. Ten preparadas todas las nóminas (últimos 6 meses), declaración de la renta, extractos bancarios y contratos laborales. Un expediente claro y completo agiliza el estudio de la hipoteca. Las entidades valoran cuando ofreces los documentos sin que te los pidan, como indica Hipoteca Prime.
  1. Evita gastos grandes o préstamos nuevos. No compres coche a crédito ni pidas otro préstamo poco antes de solicitar la hipoteca. Esto aumentaría tu endeudamiento y reduciría tu capacidad de ahorro, perjudicando tu perfil. Tampoco abones toda tu caja de ahorros en el momento; es mejor demostrar que conservas un ahorro razonable para imprevistos.
  2. Considera ingresos extra. Si recibes pagos variables (horas extras, comisiones) intenta documentarlos y, si es posible, que se reflejen como ingresos estables. Algunas parejas suman sus ingresos para solicitar hipoteca conjunta; otro ingreso fija (pensión, alquileres, inversiones) puede ayudar a mejorar tu capacidad de pago.
  3. No mientas ni ocultes información. Presenta la información real de tu situación financiera. Mentir (inflar ingresos, omitir deudas) puede salir muy caro al descubrirse, afectando tu credibilidad ante el banco. Es mejor ser transparente desde el principio.

En resumen, un buen perfil financiero antes de pedir hipoteca implica ingresos suficientes frente a la deuda total, una historia de pagos impecable y algo de ahorro. Según Banco de España, esto no solo facilita la aprobación, sino que permite negociar mejores condiciones (menor TAE y plazos más largos). Por el contrario, si tu perfil es débil (contrato temporal, deudas altas, sin ahorros) el banco probablemente limite la financiación (hipoteca al 80% o menos) o suba el interés. Tomarse un tiempo antes de solicitarla para fortalecer estos aspectos marcará la diferencia. Como concluye HipotecaPrime, mejorar tu perfil financiero incrementa tus posibilidades de éxito y de acceso a un mejor interés

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